Londres no podía dejar de dedicarle un museo a al Ejército Nacional y toda la historia de las guerras en las que Inglaterra y el mundo se vieron involucrados. Este museo del que hoy os hablaremos, el Museo del Ejército Nacional, incluso si uno es un acérrimo detractor de las guerras, atrapa por la interesante forma de mostrar y contar acerca de las guerras, la vida de los soldados y los conflictos por los cuales se interrumpe la paz.
Este Museo se encuentra sobre la misma calle que el Hospital Real para heridos de guerra, al que se puede llegar con el metro Sloane Square. Por cierto, se puede visitar de 10 a 17.30 horas todos los días.
En nuestra visita comenzaremos por los “Casacas Rojas” de la batalla de Azincourt en 1415 que se exhibe en el sótano, pasando por el rol que cumplió el ejército para mantener la paz en el mundo, en el tercer piso. Se explica al visitante la historia por medio de audiovisuales, maquetas, dibujos, reproducciones en tamaño real y objetos reales que muestran la evolución los materiales, las armas, la condecoraciones y los uniformes.
Eso si, lo que se puede uno perder de esta exposición son la maqueta de la batalla de Waterloo con 70.000 figuras; el esqueleto del caballo favorito de Napoleón, Marango y la reproducción a escala real de una trinchera de la Segunda Guerra Mundial.
Por otra parte, los niños no puede dejar de visitar The Kids Zone, podrán conocer y charlar con soldados del pasado y manipular sus objetos. Para los más grandecitos dispone de áreas de juegos de estrategia y para los bebés hay un área de recreo.
Además de la exhibición permanente, en este museo se realizan exhibiciones temporales como los dibujos de Michael Foreman: Niños de la Guerra o la exhibición: La ruta hasta Kabul que muestra la intervención del Ejército en Afganistán. Otra de las exhibiciones temporales del Museo del Ejército Nacional, es una emotiva muestra que incluye comentarios y experiencias personales de los soldados que participaron en la Guerra de Korea en los años 1950 al 53.
Para educar, conocer y pensar, esta es una visita que no puede faltar, sirve para que los niños aprendan a valorar la vida, la paz, lo muy importante de respetar las culturas y las opiniones de otros.
Foto Vía: Panoramio por chrisko_pl